sábado, 19 de octubre de 2013

El periódico "ABC" alaba la traducción de "La segunda Lady Chatterley"

La reseña crítica puede leerse en el web del diario pinchando: AQUÍ

Reproduzco la reseña de Andrés Ibáñez sobre "La segunda Lady Chatterley", que apareció ayer en el diario "ABC":

«La segunda Lady Chatterley»: D.H. Lawrence, más crudo y brutal
 
 
D. H. Lawrence aparece en la novela «Contrapunto», de Aldous Huxley, criticando la «Oda a una alondra» de Shelley y diciendo que el pájaro de Shelley no es un verdadero ser vivo, sino una idea. Esta es la forma en que recordamos e imaginamos a Lawrence, como el defensor de la naturaleza y de la vida frente a la «pálida decoloración del pensamiento» (Hamlet). Sin embargo, no acabamos de ver a Lawrence, me parece, como ese gigante de la novela que algunos críticos anglosajones definen y defienden. «Aunque evidentemente no está de moda en nuestra época de dogmáticos sociales –escribe Harold Bloom–, sigue siendo un perenne novelista, ensayista, poeta y, en verdad, profeta, y su gloria e influencia volverán una y otra vez.»
 
Todo el mundo sabe de qué trata «El amante de Lady Chatterley», incluso los que no han leído el libro. Un resumen de su argumento puede evocar los escenarios de muchas películas porno y también de esas novelillas eróticas que publican las editoriales de novela rosa: la bella aristócrata insatisfecha, el marido impotente, el fornido y priápico guardabosques; la mansión georgiana, la cabaña del bosque. Sin embargo, la obra no se parece a su caricatura ni es, en casi ningún sentido, una novela erótica. Sus escenas de sexo son, en realidad, bastante abstractas y tenues, y el ardor de sus protagonistas curiosamente moderado.
 
Lawrence escribió tres versiones de su novela. La tercera y definitiva no se publicó completa hasta 1960. La segunda, que edita Funambulista bajo el título «La segunda Lady Chatterley», nunca vio la luz en su día y tampoco había sido traducida antes al español. ¿Merece la pena leer esta «Chatterley»? La respuesta es que sí, sin duda alguna, porque se trata de una novela muy distinta, posiblemente no tan redonda ni meditada como la tercera, pero dotada de un encanto propio.
 
Diferencia abismal
 
En «El amante de Lady Chatterley», Constance pierde la virginidad antes de casarse y más tarde, ya con su marido paralítico, toma con soltura un amante con el que tiene una larga relación antes de su encuentro con el guardabosques. Hay otras diferencias: el marido comienza a escribir y a hacerse un nombre en el mundo literario, mientras que el amante, Oliver Mellors, es un oficial retirado y no exento de refinamiento.
 
En esta «Segunda Lady Chatterley» todo es más crudo y más brutal. Clifford es un aristócrata a la antigua usanza y Connie es casi una virgen cuando se encuentra con Oliver, que es un hijo de mineros sin educación formal, de modo que la diferencia social entre ambos es abismal. No cabe duda de que la tercera versión es la mejor de las dos, aunque comparar una y otra resulta fascinante.
 
La traducción tiene que enfrentarse con un problema irresoluble: el del habla «dialectal» del guardabosques, que se resuelve haciendo decir a Oliver Parkins «cansao», «usté», «pa» y «mejó». Pero seguramente no hay mejor forma de hacerlo.
 
La segunda Lady Chatterley d. h. Lawrence Narrativa. Traducción de Max Lacruz y Gonzalo Gómez Montoro. Funambulista. Madrid, 2013. 496 páginas, 25 euros. Calificación: cuatro estrellas

viernes, 11 de octubre de 2013

El diario "La vanguardia" reseña "La dulce", de Dostoievski

El diario barcelonés "La vanguardia" publicó el pasado miércoles 9 de octubre esta elogiosa reseña sobre la traducción de "La dulce", de Fiodor Dostoievski, que realizamos Bienvenida Sánchez y yo para la editorial Funambulista.

jueves, 19 de septiembre de 2013

"La segunda Lady Chatterley" ya está en las librerías

 

"La segunda Lady Chatterley"
Autor: DH Lawrence
Traductores: Gonzalo Gómez Montoro y Max Lacrux
Postfacio de Gonzalo Gómez Montoro
496 páginas, 25 euros
Editorial: Funambulista (Madrid)

John Thomas and Lady Jane (nombres que daba el autor a los órganos sexuales masculino y femenino, segunda de las tres versiones de El amante de Lady Chatterley que el autor escribió, e inédita hasta ahora en español) supera en muchos aspectos la tercera y canónica versión, y presenta suficientes diferencias como para ser considerada una novela aparte: el guardabosques ya no es un antiguo oficial del Ejército, sino un minero, con lo que la diferencia de clase social con Lady Chatterley es mayor, y la naturaleza juega un papel orgánico en la trama. Asimismo desaparece, en esta ambiciosa versión que el autor decidió no publicar, parte de sus teorizaciones, en beneficio de una mayor riqueza psicológica de los personajes. La segunda Lady Chatterley narra pues «de otra manera» la célebre historia de amor imposible entre una noble y su subalterno en la Inglaterra de después de la Primera Guerra Mundial, así como la crónica de un mundo dividido entre explotadores y explotados bajo el fantasma de los totalitarismos.
 
D. H. Lawrence, cuya influencia en la narrativa contemporánea en lengua inglesa sigue siendo innegable, fue un viajero incansable, un eterno rebelde que persiguió un ideal de libertad y convivencia por encima de clases y convenciones sociales, y un precursor de movimientos como el ecologismo o el pacifismo.
 

«Esa noche se sometió. Esa noche estaría cercada y encerrada dentro del cuerpo fálico, como un huevo puesto dentro de una copa de metal. Su libertad debería estar esa noche entre los pliegues del abrazo. Por una vez, no tendría miedo…



David Herbert Lawrence nació en 1885 en Eastwood, Inglaterra, cuarto hijo de un minero y de una maestra. A los dieciséis años dejó los estudios y empezó a trabajar en una fábrica; sin embargo, al poco, un brote de neumonía lo obligó a abandonar el trabajo y dedicarse a la enseñanza. Entretanto reanudó sus estudios y se graduó en la Universidad de Nottingham. En 1907, publicó su primer cuento, A Prelude to a Happy Christmas (firmado por su mejor amiga Jessie Chambers), con el que ganó un concurso de relatos. Después de trasladarse a Londres, vio la luz, en 1910, su primera novela, El pavo blanco, y, al año siguiente, El intruso. La profunda huella que le dejó la muerte de su madre le inspiró su tercera y autobiográfica novela, Hijos y amantes, en la que describió su propia juventud y, al mismo tiempo, la condición de la clase obrera en la Inglaterra de principios del siglo xx. En 1912 conoció y se enamoró de Frieda Weekley, hija de un riquísimo barón alemán y casada con un catedrático inglés; con Frieda, tras los difíciles años de la Primera Guerra Mundial pasados a caballo entre Inglaterra y Alemania, emprendió largos viajes que los llevaron a vivir a Italia, Australia, México y Estados Unidos; ésta fue la etapa más prolífica de la carrera literaria de Lawrence en la que publicó obras como Canguro y La serpiente emplumada. En su estancia en Florencia, en 1926, empezó a redactar su novela más famosa y controvertida, El amante de Lady Chatterley, de la que redactó tres versiones, la última de las cuales fue publicada de modo restringido en 1928 y se hizo famosa. La obra permaneció censurada por pornográfica en Inglaterra hasta el año 1960. La polémica que surgió a raíz de la primera publicación del libro llevó a su autor a escribir en 1929 A Propos of Lady Chatterley’s Lover (que en breve publicará Editorial Funambulista).
Murió de tuberculosis en Francia en 1930.

 

 Para leer un adelanto con las primeras 25 páginas de la novela, pincha AQUÍ

domingo, 12 de mayo de 2013

Últimas tardes con Lady Chatterley / "La dulce", ya en las librerías


La traducción de "John Thomas y Lady Jane (El segundo amante de Lady Chatterley)" ya está prácticamente terminada. A falta de las últimas correcciones, y de la lectura a fondo en busca de erratas, se puede decir que la primera traducción al castellano de la segunda versión de "El amante de Lady Chatterley" se publicará en España muy probablemente durante este mes de junio. La obra la publicará la editorial Funambulista en su colección "Grandes Clásicos", donde la editorial está recuperando en nuevas traducciones a autores clásicos como Anthony Trollope, Mark Twain, Wilkie Collins o Luigi Pirandello, entre muchos otros. La traducción de "John Thomas y Lady Jane", como todos los libros de la colección "Grandes Clásicos", contará con un postfacio del traductor sobre la obra. Aquí está el enlace a la colección en la web de la editorial: Grandes Clásicos
 
 
 
Aprovecho la entrada del blog para anunciar que la traducción de "La dulce", de Fiódor Dostoievski, que hemos realizado Bienvenida Sánchez y yo para la editorial Funambulista ya está en las librerías.